Nollywood, como se conoce popularmente a la industria cinematográfica de ese país, produce unas 2500 películas al año y se ubica solo por detrás del productor más grande del mundo, Hollywood.
El poderío del cine de Nigeria, el país más poblado de África, ya se veía venir hace tres años, cuando la comedia romántica The Wedding Party, de la directora Kemi Adetiba, recaudó 1,5 millones de dólares, un récord para un film nigeriano.
Ese éxito provocó el rodaje de la secuela The Wedding Party 2, que superó ampliamente las marcas de la primera película y captó la atención de Netflix, que adquirió esas dos películas para transmitir en su plataforma.
Por otro lado, el grupo francés Vivendi Canal Plus también ha decidido invertir en esta industria y, en 2019, adquirió Iroko TV, la mayor compañía de Internet y entretenimiento de Nigeria, que emite telenovelas de ese país a todo el mundo.
La industria del cine da hoy empleo, al menos, a un millón de trabajadores y es una parte esencial del sector de entretenimiento, que, según datos de la consultora internacional PwC, contribuyó, en 2016, con un 2,3% (unos 660 millones de dólares) al producto interno bruto (PBI) del país. PwC prevé que el sector generará unos 1000 millones de dólares en ingresos de exportación este año.
El gobierno nigeriano también ve el éxito de la industria cinematográfica como una excelente noticia, en una economía que, en los últimos años, ha sufrido una fuerte recesión por la caída de los precios del petróleo, su principal fuente de exportación.
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